Cuando hablamos de rutas grises en envíos de SMS nos referimos básicamente a rutas de envío de poca calidad y en algunos casos incluso ilegítimas, sobre todo cuando hablamos de envíos a través de tarjetas SIM.
La ruta de envío determina el enrutamiento del SMS, es decir, la conexión implementada para hacer el envío y, por tanto, el camino que recorre el SMS desde que sale de la aplicación de tu proveedor de SMS hasta que llega al terminal del usuario.
Las rutas directas, como su nombre indica, utilizan conexiones directas al operador, por lo tanto, no hay intermediarios. El SMS sale de tu proveedor y se envía directamente al operador y éste lo entrega en el dispositivo del destinatario.
Al no haber múltiples conexiones la calidad es máxima al igual que la fiabilidad de entrega.
También ofrecen, por el contrario, las denominadas rutas grises son rutas interconectadas entre múltiples proveedores, que utilizan redes de países en los que el servicio es más económico para conseguir abaratar el coste. Pero a la vez que abaratan costes, reducen sustancialmente la calidad.
Se experimentan retrasos y muchos SMS se pierden debido a la gran cantidad de conexiones intermedias y nodos por los que tiene que pasar el SMS. La notificación de entrega, si la ofrecen, no es fiable.
Otro de los inconvenientes de esta práctica es que puede suponer un incumplimiento de la RGPD, ya que el SMS viaja por diferentes países, habitualmente fuera de la EU, hasta que, en el mejor de los casos, llega al terminal. Por este motivo, la confidencialidad de los datos y del contenido tampoco se puede asegurar.
Si necesitas reducir costes con tus envíos masivos de SMS, desde Mensagia aconsejamos usar rutas directas y segmentar bien tus bases de datos para reducir la cantidad de SMS y enviar solo a aquellos destinatarios que realmente tienen interés en tu contenido, tu marca, etc. en lugar de usar rutas low cost que ponen en peligro la reputación de tu empresa.